miércoles, 15 de septiembre de 2010

El Traje Típico de Panamá


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    "La Pollera" traje típico de Panamá

    Nuestra pollera es entre los vestidos típicos del mundo uno de los más brillantes y selectos. La pollera tiene sus orígenes en España, fue el vestido de la española del siglo XVI o XVII que vino con su compañero en la conquista del nuevo mundo.
    Pollera de Gala o de Lujo:
    Era el vestido de diario, normalmente blanco con 2 ó 3 zócalos con sobrepuestos o bordados florales.
    Es la herencia española de la conquista, especialmente de Sevilla y Andalucia por eso decimos que en su totalidad como se usa hoy en día es una mezcla del vestido usado por las españolas a lo largo de toda la peninsula Iberica, es decir de la pollera montuna o de diario se nos indica que era de uso en climas suaves y estaciones estivales de climas duros como en Andalucia, pero no tienen parecido con las usadas por las bailadores de flamenco. El traje de la mujer cordobesa no se diferencia del traje panameño, según modelo existente en el museo del Pueblo Español. Podemos concluir diciendo que nuestro traje nacional es la mezcla del vestido de la española de distintas regiones de España, que se acopló con el clima, posición geográfica del Istmo de Panamá y que ha ido evolucionando desde la época de la colonización a nuestros días.
    La pollera de gala es la más elaborada. Se hace de holán de lino o hilo ya que es resistente y durable. La pollera de gala es el claro ejemplo de la perseverancia y paciencia de nuestras artesanas ya que está totalmente decorada ya sea con punto de cruz, bordada (zurcida) o sombreada con calados (apliqué). Es costosa y muy elegante.
    Blusa
    Blusa blanca adornada con dos vuelos. La labor de la blusa debe ser idéntica a la labor del pollerón con la diferencia que es más pequeña. Esta blusa está adornada con trencillas de mundillo del color de la labor y trencillas y encajes valencianos o checo de hilo blancas. Se enjareta con lana, y lleva dos pompones de lana, uno adelante y el otro atrás, la lana como los pompones deben ser del mismo color.
    Pollerón
    Consiste en un faldón de 2 sustos que terminan con una rucha de encaje blanco. Es realizada en la misma tela de la camisola. El cuerpo y el ruedo están divididos por trencillas de mundillo. Tanto el cuerpo como el ruedo del pollerón están totalmente elaborado con cualquiera de las técnicas comentadas anteriormente. El pollerón lleva dos cintas de satín (1/2 yarda cada una) en forma de V hacia abajo, una adelante y la otra atrás en el centro de la pretina. A esta cinta se le denomina el gallo o gallardete. Esta cinta debe ser del mismo color que la lana y los pompones.
    Enaguas
    Se utilizan dos, una sencilla y la otra más elaborada. La enagua más sencilla debe colocarse de primero y la otro después. Las enaguas se hacen de encajes tejidos a mano a gancho o pajita. Se le hacen tiras con labores sombreadas y caladas. Las enaguas deben ser totalmente blancas y debe terminar en encajes de puntas. Estas se ven al bailar.
    Cabeza
    Se utiliza la cabeza completa de tembleques con peinetas de oro.
    Los tembleques para la pollera de gala son realizados de varias formas y con diversos materiales: Flores hechas de perlas blancas de todo tamaño y formas, con hojas realizadas con alambre entorchado y/o gusanillo (plateado). O todo el tembleque hecho de alambre entorchado y gusanillo o totalmente de perlas. Lo importante es que las perlas sean blancas.
    Un tembleque hecho de perlas, chaquiras y canutillos ya sean blancos, transparentes o tornasoles.
    Los tembleques también se hacen de escamas de pescado con alambre entorchado o gusanillo.
    Los tembleques son una fantasía de flores, insectos, etc. Deben ser aproximadamente 12 pares. Hay tembleques tradicionales como son: los tapamoños, palomita, mariposa, las mosquetas. El resto son flores de diferentes formas.
    Prendas
    Todas las prendas deben ser de oro.
    Cabeza:
    Peinetón de Oro
    Dos pares de peinetas: Uno de balcón fijo y el otro de brillo
    Pajuela: Palmita de oro o guarnecido de perlas que se coloca entre el peinetón y las peinetas.
    Tembleques: doce (12) pares de diferentes colores.
    Aretes: Tangos, zarcillos, dormilonas y otras. Parches de oro: Se utilizan si no lleva las peinetas robacorazones.
    Cuello:
    Cinta negra con medalla, cruz o moneda coronada o en su defecto una gargantilla de oro trabajada en filigranas y tomatillos con botones o monedas de oro (tapa hueso).
    Cadena Chata, el escapulario, la salomónica, la bruja, cola e pato, la solitaria, el cabestrillo, la abaniquera, la guachapalí, el rosario, media naranja y la cadena de dijes.
    No hay un número exacto de cadenas pero se sugiere no menos de siete.
    Brazo y mano:
    Pulsera de mosquetas, semanarias, de dijes, de balcón.
    Sortija de manito, de mosquetas, de corazón, de monte alto con piedra de color (agua marina).
    Otras prendas:
    Prendedores o pasadores: Los más usados son el de flor de guate, de la cadena bruja, y el de tomatillos , de la cadena solitaria. Estos prendedores se utilizan para sujetar las cadenas y así no se enreden o pierdan.
    Botones de enaguas: Cuatro botones que se colocan a la cintura.
    Rosetas de perlas: Prendedor o broche de oro y perlas, se coloca en el pompón delantero.
    Zapatos
    Su utilizan zapatos de pana, terciopelo, raso o satín. En cuanto a los últimos llevan una habilla de oro adornado con cinta (mismo color del zapato) y encaje (blanco).
    Los zapatos pueden ser de cualquier color, siempre y cuando coincida con la cinta del pollerón, la lana y los pompones de la blusa.
    Rebozo o Estola
    Con la pollera de Gala se utiliza una especie de estola, la cual está hecha de la misma tela que la pollera y con la misma labor. Es un rectángulo el cual termina en sus lados más pequeños en flecos largos hechos de la misma tela o un encaje tejido a gancho.




    TRAJE TÍPICO PANAMEÑO Y LA POLLERA:

    ¿Qué es la Pollera?
    La pollera panameña nace del traje femenino español del siglo XVII, al lado del traje lujoso, existe el de diario; en ésa época era un traje, generalmente, blanco con una saya de amplio vuelo con dos o tres zócalos, con sobrepuestos o bordados en dibujo floral.
    La pollera es producto de un arte anónimo que creció y se desarrolló al calor de nuestros hogares campesinos, entre el ambiente más puro de nuestra artesanía femenina.
    Es el traje típico de la mujer panameña, que está compuesto de dos piezas separadas, que consisten en una camisa y un pollerón confeccionado con tela fina.
    La Camisa: está formada, en su interior, por un armazón básico revestido de un papabalazo y las mangas.
    En el exterior, por la boca de la camisa, adornada con trencillas y dos arandelas, una superior y otra inferior levemente recogidas y trabajadas con labores variadas, trencillas y encajes.
    El Pollerón: está compuesto de tres piezas: una pretina, el cuerpo y el susto de la pollera. Estas van trabajadas sobre tela blanca o estampadas, con diferentes puntadas y enriquecidas con trencillas y encajes.
    En la pollera, como elemento tipificador, ha llamado poderosamente la atención: el arduo y delicado trabajo hecho a mano; el tradicional armazón básico, y el vistoso colorido de sus labores plasmadas sobre los finos lienzos con artística simetría.
    Es en el campo de lo folklórico, donde lo típico del vestido en las diferentes regiones del mundo encuentra sus últimos reductos.

    EL JOYERO DE LA POLLERA

    1. Las que se colocan en la cabeza
    a- El peinetón de corte ovalado y recto
    b- Las peinetas
    c- La pajuela
    ch- Los parches o pensamientos
    2. Los aretes de la pollera
    a- Los zarcillos
    b- Las mosquetas
    c- Las dormilonas
    ch- Los tangos o las argollas de oro
    3- Joyas para el cuello
    a- El tapahueso o gargantilla
    4- Joyas para el pecho
    a- El cabestrillo
    b- El cordón abierto
    c- La cadena chata
    ch- El escapulario
    d- La cadena salomónica
    e- La cadena media naranja
    f- La cadena de dijes
    g- La cadena bruja
    h- El Rosario
    i- La cadena solitaria
    5- Joyas complementarias
    a- Los botones de las enaguas
    b- Las pulseras
    c- Las hebillas de oro
    ch- Los broches
    d- La roseta
    e- Los anillos
    f- El monedero
    g- El cordón para el abanico

    DESCRIPCIÓN DE LAS PRENDAS

    Peinetas
    Muchas de ellas ostentan peine de oro, son nuestras peinetas cuyo borde siempre aparece guarnecido con la plancha de oro que tiene a veces un cm. de ancho o más. Hay peineta de balcón liso, de balcón con perlas y de balcón con brillo. Las peinetas presentan labores repujadas o
    grabadas y en el borde superior una serie arquitor de alambre de oro que luce entre uno y otro hojitas de oro fijas. Las que denomina balcón liso sólo llevan plancha. La de balcón con la perla lleva perla en lugar de las hojitas.
    Peinetón
    El peinetón es de carey recubierto con una plancha de oro laboreada a veces repujada, a veces, sólo grabada. Tienen forma cuadrada y en otras se aprecian la hermosa
    curva con balcón liso.
    La Pajuela
    Tiene una medida de 5 pulgadas de largo. Existen pajuelas de oro con perias que semejan un puñal y tiene forma de una penquita de palma; se coloca al lado atrás de la cabeza.
    Parches o Dolores
    Son pequeñas plaquitas de oro a veces cuadrado, a veces en forma de trevol de 4 hojitas y a veces en forma de media luna con una pelota en el centro que la empollerada coloca en sus sienes.
    Los aretes de las empolleradas son muy vistosos. Existe una gran variedad, podemos mencionar algunos:
    1. Zarcillos: arete de tres piezas desmontables una es una pasita con piedra preciosa de la cual cuelga la segunda, ponte que es generalmente un lasito de oro o un par de hojitas de esta pieza cuelga la tercera parte una piedra guarnecida con oro.
    2. Lágrimas: escamitas de oro en forma de hojuelas alargadas que cuelgan de la guarnición.
    3. Las piedras utilizadas con estos aretes son las esmeraldas y rubíes, amatistas, y la concha nácar.
    4. Dormilonas: aretes que presentan una monedita de oro guarnecida, de la cual cuelgan dos arquitos de oro orlados.
    Lágrimas: es del mismo metal de la dormilonas estos aretes no utilizan piedras preciosas.
    Mosquetes: están confeccionados de perlas; estos aretes les gustan mucho a las empolleradas.
    Los botones de Filigrana: son aretes de gustos de muchas empolleradas y ellos hacen con los botones las enaguas y las peinetas de balcón sin perla.
    Las argollas: se lucen con corales, perlas o labores filigrama.
    Tapahueso: Es una cinta negra de la que cuelga una cruz de oro o una medallita en moneda coronada de oro.
    Gargantilla
    Está confeccionada de filigrama con florecitas, también existen de moneditas coronadas de oro, al final con lágrimas, esta es más cara o de lujo que la tapahueso.
    El Escapulario
    Es un cordón de tejido muy parecido al del cabestrillo se cuelgan por delante y detrás los escapularios. Se confeccionan estos escapularios en plaquitas de oro o plata bañadas en oro de más o menos tres pulgadas de largo por dos de ancho sobre las cuales hacen labores repujadas igual a las que se hacen en los escapularios de tela. Algunos de sus bordes van trabajados en filigrana o tres lisos.
    Rosario
    La cadena que se usa con la pollera que lleva Ave Marías y Padre Nuestros afiligranados trabajados en oro y coral, también se uitliza de plata con baño de oro y de oro sólido.
    El Cordón de Mosqueta
    Se ajusta con una mosqueta al pecho. Generalmente es abierto y en sus extremos ostenta campanillas diminutas guarnecidas con perlas o con lágrimas, su tejido es muy parecido a la cola de pato pero mucho más delgada que se teje para la cadena.
    I JOYAS COMPLEMENTARIAS
    La Roseta de Perlas
    Se acostumbra poner esta joya sobre la mota o bellota de lana que va sobre el pecho.
    Botones de Enaguas
    Son trabajadas en filigrana a semejanza de los que se elaboran para los aretes. Se diferencian en que el interior de estos presentan una presiña por donde se pasa la
    cinta de hiladillo que los ajusta a la cintura. Hoy día la empollerada no los necesita. Su uso es más un lujo el cual no es obligatorio llevarlo; y pocas personas lo utilizan.
    La Tostada o Tostón
    Es una lámina de oro labrada que cuelga de las pretinas sobre el vientre y tiene forma de media luna, las acompaña con monedas coronadas que cuelgan de ella.
    El Monedero Es una bolsita tejida en hilo de seda, de forma alargada con dos anillos de oro macizo, uno en cada extremo para separar los pesos de las monedas de menor cuantía que
    acostumbraban regalar los admiradores de las empolleradas cuando ésta estrenaba pollera y se presentaba en casa en son de visita.

    miércoles, 1 de septiembre de 2010

    San Miguel Arcangel

                                                           Patrono de Monagrillo

    " ¡ En pie! pues ceñida vuestra cintura con la VERDAD ( ve usted el cinto en la figura de San Miguel arcángel ?...ese es el cinturon de la sabiduría, póngasela, ateselo fuerte a la cintura , es como un faldón con cinto que se usa antes de ir a la guerra ) 



    San Miguel es el príncipe de la milicia celeste, está vestido con ropas que recuerdan el rojo del fuego y el azul de la justicia, un cinturón de oro ciñe su cintura, significando el beneplácito y sostén que Dios le da. Porta en su mano derecha la espada de doble filo, la que separa lo verdadero de lo falso venciendo a los soberbios que disfrazan sus argumentos siempre en favor de razones egoístas.

    En su mano izquierda lleva la balanza de los platillos dorados. Esto alude a la justicia divina que Dios le concedió por haber vencido y logrado la paz en el universo.
    No es a los seres humanos a quienes les corresponde juzgar o maldecir a aquellos ángeles rebeldes, no están bajo la supervisión humana ni son sojuzgados por esta, sino que es a Dios a quien le corresponde ejercer su voluntad tanto sobre ellos como sobre cualquier mortal. La única defensa que tiene el ser humano es Dios y su escudo llamado Miguel.

    Estalló entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles pelearon, pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él. Apocalipsis 12, 7-9
    San Miguel, cuyo nombre significa Quien como Dios, es uno de los siete arcángeles y uno de los tres que menciona la Biblia. Los otros son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia lo sitúa en el nivel más alto de los arcángeles y lo nombra Príncipe de los Espíritus Celestiales y Jefe de la milicia celestial.
    Este arcángel preside el culto de adoración a Dios estando las oraciones representadas por el incienso que se eleva sobre el altar.
    San Miguel defiende y protege nuestras almas en el momento de nuestra muerte. Su trabajo consiste en recibir a los elegidos en el momento en que el alma se separa del cuerpo. Es también el guardián del Paraíso.
                                                     San Miguel, Arcángel


    Príncipe de los ángeles fieles al Señor. Su nombre significa: «¿Quién como Dios?». En la Sagrada Escritura, aparece en el Libro de Daniel, en la Epístola del Apóstol Judas y en el Apocalipsis. Como a Gabriel y Rafael, se le llama «arcángel» en un sentido puramente genérico (más que simple ángel), pero son, los tres, altísimos serafines. —Fiesta: 29 de septiembre.
    Aunque la mentalidad moderna se rebele a ello, es cierto que Dios, al componer el poema de la Historia humana, concede lugar de preferencia a los espíritus angélicos. Miguel es entre ellos un astro de primera magnitud, figura principal entre los que sirven inmediatamente al trono del Señor y bajan a la tierra para anunciar o hacer cumplir sus designios. Protector del pueblo de Dios, de Israel, en la antigua Ley; de la Iglesia de Cristo en el Nuevo Testamento. En la Sagrada Escritura ha hallado su fundamento la piedad popular de todos los tiempos para erigir a San Miguel en Príncipe de los ejércitos celestiales, guerrero victorioso en las luchas cósmicas contra el espíritu rebelde, el dragón de las tinieblas.
    Daniel, el profeta de las revelaciones angélicas, nos da a conocer el nombre de nuestro arcángel. Miguel, llamado gran jefe de los israelitas, lucha por la liberación del pueblo de Dios, desterrado y sometido al dominio persa. Allí mismo se habla de los príncipes de Persia y de Grecia, refiriéndose, según el común sentir, a los ángeles guardianes de estas naciones.
    San Judas Apóstol, en su Carta Católica, cita el ejemplo del «Arcángel Miguel, disputando al demonio el cuerpo de Moisés». De nuevo, pues, aparece nuestro santo ángel como defensor del pueblo de Israel, al que Satanás querría desviar de su fe en el Señor.
    El Apocalipsis, Carta Magna de la nueva Jerusalén, que es la Iglesia, nos presenta a San Miguel en su misión definitiva, culminante. Ante la aparición de la Mujer, símbolo de María y de la Iglesia, con su Hijo, en el cielo se traba una batalla.
    Miguel y el Dragón frente a frente, el Arcángel fiel contra el soberbio Ángel de la luz. Cada uno manda un ejército de ángeles. Vence Miguel y el Dragón es sepultado en los infiernos.
    De esta visión del profeta de Patmos se derivan las imágenes medievales del guerrero de alas brillantes con labrada armadura, al que no le falta la lanza que destruye al dragón, vencido a sus pies.
    Toda la vida de la Iglesia militante fluye bajo el signo de la batalla, incorporada a la lucha entre Jesucristo y el demonio, entre el Redentor y el pecado.
    En nuestra propia carne experimentamos la escisión. Nuestra gran fuerza es la gracia de Jesucristo, pero los ángeles son servidores de Cristo en la lucha de la Iglesia, y a su frente Miguel, el vencedor por excelencia.
    La Iglesia misma le reconoce el título de defensor de sus huestes, le llama «ángel del Paraíso», «príncipe de las milicias espirituales», y en las letanías de los santos le asigna el primer lugar detrás de la Santísima Virgen. Su protección no nos abandona hasta después de la muerte.
    En el momento solemne de ofrecer el sacrificio por sus difuntos, la Iglesia le invoca para que presente las almas a la luz santa del Juicio divino.
    La devoción popular, que ha influido notablemente en estos textos litúrgicos y que, por otra parte, tiene ya precedentes en tradiciones judaicas, le considera como «pesador de las almas», y así le vemos en curiosas miniaturas de la Edad Media, con la balanza de la justicia divina en las manos, felizmente inclinado un platillo hacia la gloria del cielo.
    Acontecimientos prodigiosos, ocurridos en Oriente y Occidente, contribuyeron a formar este hálito universal en torno a la figura del Arcángel. Es tradición oriental que, ya en los primeros decenios del cristianismo, salvó de la destrucción un templo dedicado a su honor en Colosae y que por su intervención milagrosa brotaron allí mismo aguas medicinales, por lo cual le honraban como médico celestial.
    En Constantinopla tenía un templo dedicado a. su nombre y era también muy famoso el Mikaelion de Sostenión, cerca de la capital bizantina, donde, según tradición, Miguel había curado milagrosamente al emperador Constantino.
    En Occidente también se apareció el Arcángel repetidas veces; sus apariciones más famosas son las del Monte Gárgano en Italia, alrededor del año 500, y la del monte Adriano, donde el año 611 el Papa Adriano IV le construye un oratorio, sobre el que sería más tarde Castillo de Sant'Ángelo.
    En España alcanzó renombre su aparición en la serranía navarra de Aralar para ayudar al noble caballero don Teodosio de Goñi en lucha contra el dragón infernal.
    El Mont Saint-Michel, en Normandía, con una abadía gótica dedicada a su honor, también testificó su ayuda para con los navegantes.
    Hoy día ya no se dan tales apariciones aparatosas, pero el Arcángel se mantiene fiel a su misión de custodio de la Iglesia, como lo proclama la oración a él dirigida al fin de la Misa, preceptuada por León XIII.